domingo, 28 de octubre de 2007

Oración por la PATRIA


Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Nos sentimos heridos y agobiados.
Precisamos tu alivio y fortaleza.
Queremos ser nación,
una nación cuya identidad
sea la pasión por la verdad
y el compromiso por el bien común.
Danos la valentía de la libertad
de los hijos de Dios
para amar a todos sin excluir a nadie,
privilegiando a los pobres
y perdonando a los que nos ofenden,
aborreciendo el odio y construyendo la paz.
Concédenos la sabiduría del diálogo
y la alegría de la esperanza que no defrauda.
Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor,
cercanos a María, que desde Luján nos dice:
¡Argentina! ¡Canta y camina!
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Amén.

La importancia de votar a conciencia

Hoy es uno de los días más trascendentales en la República Argentina porque el pueblo tendrá la oportunidad de renovar sus gobernantes, afortunadamente, en forma libre. En toda la Nación se elegirá presidente y en varios distritos se escogerán también gobernadores y legisladores nacionales El voto es un derecho fundamental y se debe poder ejercerlo en condiciones de libertad, igualdad, transparencia y responsabilidad. Suele decirse que es el acto fundamental de la democracia, porque es la forma en la cual el ciudadano puede seleccionar a quienes lo van a representar en el próximo período de gobierno.
Otro dato significativo es que, según un sondeo de Sociología y Mercado, el 90 % de los electores se inclina por los candidatos y no por los partidos políticos a la hora de votar. Ello refleja la precariedad de nuestra calidad institucional. Los partidos políticos -que son una de las bases fundamentales del sistema republicano- tienden peligrosamente a desaparecer y sólo se conforman alianzas circunstanciales, para competir electoralmente entre dirigentes de distinta extracción y, a veces, poco afines políticamente. Uno de los aspectos más importantes de toda democracia es la participación. A la hora de sufragar, antes de entrar al cuarto oscuro, el ciudadano debe pensar que no sólo está cumpliendo una obligación constitucional, sino que debe darle sentido a su voto; debe considerar que su sufragio va a premiar o a castigar a aquellos postulantes que hayan o no concretado sus promesas, en el caso de los que buscan ser reelectos, y pensar si los que se candidatean por primera vez poseen la preparación suficiente.
Es importante que el ciudadano evalúe la capacidad y los méritos de cada candidato; si, por ejemplo, estos van a cumplir una labor digna en el ámbito nacional y van a alzar la voz o a luchar por la aprobación de proyectos que beneficien verdaderamente a la provincia, o si van a atravesar su gestión sin pena ni gloria, es decir, sin cumplir la misión para la cual han sido electos, como ha sucedido con buena parte de los legisladores nacionales que nos han representado desde 1983, cuando afortunadamente la democracia regresó al país para quedarse.
El mejor voto es el que se emite por convicción, no por uno para que no gane el otro. Si las propuestas de las agrupaciones hegemónicas no convencen, siempre se puede apelar a otras fuerzas que desean tener la posibilidad de entrar en juego.
Al elegir presidente se debe pensar ¿cuál es la Argentina que queremos para los próximos cuatro años? y el mejor modo de hacerlo es sufragando a conciencia.



Sierva de Dios Leonor de Santa María Ocampo

Monja Dominica del Monasterio de Santa Catalina de Siena
Cerro Famatina (La Rioja) 15/08/1841

Córdoba 28/12/1900


Obispo Trejo 44
(5000) Córdoba
TE: 0351-421-6503
FAX: 0351-422-6758

Resumen Biográfico:


Sor Leonor (Isora) nació en una cueva del cerro Famatina el 15 de agosto de 1841, época de grandes luchas por la organización nacional. Era Hija de don Amaranto Ocampo y doña Francisca Solana Dávila. El matrimonio tuvo seis hijos. Los tiempos previos al nacimiento de Sor Leonor, "tiempos de muchas guerras", están marcados por hechos salientes de la historia americana. Hay múltiples factores que llevaron a la Argentina a vivir en el siglo XIX de manera convulsionada.
Desde muy pequeña demostró su piedad, su espíritu de pobreza, de caridad, queriendo agradar en todo a Dios y a la Virgen de la que fue siempre muy devota. Nacida de noble linaje, tanto paterno como materno, brilló en la virtud de la humildad, en pasar inadvertida, en saber desaparecer y así se mantuvo y acrecentó durante toda su existencia, de manera que los demás veían y percibían en ella, su grandeza sobrenatural.
Relata en su Autobiografía que "era de natural muy callada, inclinada a la soledad y al silencio... me acuerdo que desde que tuve cuatro años, comprendía las cosas no como una criatura sino como persona mayor" (Autobiografía). Desde muy pequeña tuvo devoción a Santo Domingo y a Santa Catalina de Siena.
Cuando tenía ocho años murió su madre, y es entonces cuando pidió a la Virgen que fuera su madre: "Madre mía, yo no tengo madre, sed vos mi Madre". Desde los 18 años hasta los 26, vivió en San Juan, con su padre, su hermana casada y otros familiares. Su deseo era entrar en el Monasterio de Córdoba, pero había dificultades. Iba descubriendo su vocación que Dios le tenía reservada.
A los 26 años ingresó en el Monasterio de Santa Catalina de Siena en Córdoba. El 3 de julio de 1868 tomó el santo hábito y al año siguiente hizo su profesión solemne. En el Monasterio se dio totalmente a Dios y transitó las más altas cumbres de su unión con Él como lo revela su Autobiografía.
Practicó las virtudes más recomendadas por Jesús: la mansedumbre y la humildad, lo que hacía que recibiera todos los acontecimientos de la vida, por adversos que fueran, con una paz y serenidad edificantes, día tras día, durante los 32 años de vida religiosa, hasta su preciosa muerte.
El ideal que alentaba a Sor Leonor era el Amor, el encuentro definitivo con Dios, que ella vivió ya desde el peregrinar de su vida terrena.
Con motivo de la preparación del Proceso de beatificación y canonización en la Facultad de Teología "San Vicente Ferrer" de Valencia (España) Fray Pablo Santiago Zambruno ha defendido en el año 2001, la tesis titulada "Sor Leonor de Santa María Ocampo, OP (1841-1900) y su Mensaje Espiritual". Falleció santamente en el Monasterio de Córdoba el día 28 de diciembre de 1900.
Los testimonios de las que la conocieron destacan su vida heroica de virtud y de ansia de santidad. Destacó en la humildad, en la mansedumbre, en la contemplación de la Eucaristía, en el amor a la Virgen. Su espiritualidad fue vigorosa. No es extraño que su mensaje haya calado en las diferentes generaciones y que su fama de santidad en la actualidad tan grande haya llevado a realizar serios esfuerzos para dar comienzo al proceso de beatificación y canonización de la primera monja contemplativa de Argentina.

y llegò el dìa... OJALÀ NO OLVÌDES...ESTO


El Famatina no se toca

Letra y música Ramón Navarro

No podrán con la barrera de la vida.
No podrán con la memoria montañosa.
Allí está la dignidad que va en el grito.
No te toca, el Famatina no te toca.



Mirador de la vigilia del cóndor soy.
Origen inacabable de las aguas.
Alcancía del oro y de las nubes.
Famatina no te toca y no te toca.

Quien le quiera poner precio a los paisajes?
Cuánto vale las entrañas de la tierra?
Atropellan el sudor y la esperanza.


No se toca el Famatina, No se toca.
No se vende el andar de los guanacos.
No se explotan las piedras ni los mitos.
Ni se alquila el coplerio de los siglos.
No se toca el Famatina, No se toca.



Funcionarios insaciables y suicidas,
hacedores de ilusiones tan monstruosas.
Aprendan de una vez la voz del pueblo
es sencillo, el Famatina no se toca.



No se toca, el Famatina no se toca.
No se toca, el Famatina no se toca.
No se toca, el Famatina no se toca.

LIBÉRATE

LIBÉRATE
con SILVINA KLAUZEN www.riojavirtual.com.ar

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