miércoles, 2 de enero de 2008

LOS PENSAMIENTOS

Comencemos por saber que el Maestro Jesús dijo: “Conoced la Verdad y ella os hará Libres”. Debemos pues recordar que la condición perfecta de nuestro espíritu es “conocer la Verdad” y que, al nosotros pensar, nos enchufamos con aquellos en que estamos pensando. Si pensamos en alguien ya estamos con esa persona porque en el plano mental y espiritual en que nosotros vivimos y trabajamos no existen tiempo ni espacio.
Cuando se piensa en eso que llamamos Dios, se lleva la mente a lo más alto y perfecto que conocemos. Por consiguiente, nos encontramos instantáneamente en ese plano. Nos hemos transportado. Ya no estamos en el problema que nos envolvía hace unos minutos. Ustedes pueden comprobarlo como sigue. Piensen en sus casas, su familia o sus hijos, sus carros, cualquier cosa que no sea esto que estamos haciendo. No han hecho ningún esfuerzo. Simplemente cambiaron el cuadro ante la mente. Bueno, pues ya están ustedes allí. Sus cuerpos están aquí, y porque son sólidos y materiales no los pueden transportar, pero la condición en que están pensando, o sea las vibraciones (porque la mente es un motor que produce ondas vibratorias) envuelven el cuerpo sólido. La condición esa se manifiesta en el cuerpo sólido. Esas vibraciones si son malas, negativas, lentas, negras, ponen nuestro cuerpo y nuestras condiciones iguales. Si son blancas o del color de las Llamas, si son brillantes, rápidas, elevan el tono de todo lo que ellas tocan. Por eso decimos “Polarízate en el Positivo”, porque así cambias todo de la oscuridad a la luz. Piensas en eso que llamamos Dios y pintas todo tu mundo y tus circunstancias con luz brillante, positiva y eso es lo que se llama “Amar a Dios por sobre todas las cosas.”


Ese Dios que estamos mencionándote, o sea, esa energía luminosa, perfecta, altísima, es inamovible. Es pues, Principio. Ustedes ya saben que un Principio no cambia. No importa dónde, ni cuándo piensen en Dios, producen el estado perfecto, la luz brillan­te, las vibraciones de alta frecuencia, porque esa palabra “Dios” en cualquier idioma que se pronuncie, ya tiene adheridos todos los pensamientos de perfección, de poder, de altura, de amor, que le han dado todas las humanidades desde eones atrás. Dice un gran filósofo, que si Dios no existiera, el hombre ya lo habría inventado. Y eso es porque cuando pensamos en esa palabra, nos envuelven esas altísimas vibraciones. Con que ya ustedes ven que aquel que dice ser ateo y que no cree en Dios, miente. Basta que él pronuncie esa palabra para que se produzcan las vibraciones en él. Lo que le pasa a la gente, a los ate­os, etc., es que la piensan sin fe, sin creer que sean posibles para ellos mismos esas manifestaciones mágicas, milagrosas que estamos describiéndoles. Pero en cuanto haya un aparato o una maquinaria que retrate y reproduzca la imagen de una vibración y lo que ella causa, ya nadie podrá dejar de creer en Dios, porque Él es la vibración o la Energía más alta que pueda concebir cualquier ser humano. Eso es todo. Por supuesto, esa vibración mientras más alta y mayor frecuencia desarrolle, realiza la reunión de elementos positivos, bellos y puros. Mientras más cualidadesreúna, más alta es, y como pensamos en Dios como el conjunto de perfecciones, pues resulta ser siempre todo lo más grande y perfecto que pode­mos concebir o conocer. Bueno, ese es lo que llamamos en Metafísica “el Punto de Referencia”. En todo lo que ocurra, en toda enfermedad, calamidad, problema, usad el Punto de Referencia.

¿Cuál es el punto de referencia? Pensar en Dios, o sea, en lo más alto, positivo y perfecto para poner a vibrar el momento a tono con lo mejor. Ese Punto de Referencia es la verdad de la situación que estamos atravesando. Esa Verdad que liberta porque eleva la frecuencia vibra­toria. Ahora vamos a darles lo que yo llamo Cheques al Portador. Son afirmaciones. Frases cortas que actúan como recordatorios del Punto de Referencia; que polarizan instantáneamente en el Positivo.

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LIBÉRATE

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con SILVINA KLAUZEN www.riojavirtual.com.ar

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