lunes, 15 de octubre de 2007

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EL PROBLEMA ES DE CONTENIDOY el problema no son las elecciones en sí mismas. Sino la ausencia de pueblo en ellas. Puro marketing. Publicidad hueca que da lo mismo si vende ropa, electrodoméstico o propuesta política. Se para en la irrealidad que otorgan las vidrieras. Y poco importa de qué rezan las promesas, cuando la única certeza es la dura realidad que nos circunda. Y ésa, tan contrastable como la verdadera y dolorosa alza inflacionaria, tan medible, como la miseria que permanentemente insiste en meterse en las casas de millones de argentinos, tan verosímil, como la escalada represiva, es sensible a todo el campo popular y viene pidiendo respuestas que tracen caminos de resistencia, de organización, de pelea y de unidad.Para octubre, no importa qué prometen los candidatos. Menos aún, si las verdaderas promesas, las que sí van a cumplir, son las vertidas en el corazón del imperio para congraciarse con él. Y ahí vimos en el frenético viaje a Estados Unidos, a todo el gabinete nacional, garantizándole al Banco Mundial, al Club de París, y al FMI seguir abultando sus voraces bolsillos, pagándoles deudas externas ilegítimas, fraudulentas y que siguen creciendo vertiginosamente. También fue elocuente el matrimonio presidencial, prometiendo y comprometiendo a nuestro país en la ONU, atacando a Irán en clara obediencia a los pedidos yanquis y las presiones sionistas. Y mientras tanto, afloran promesas de moralidad opositora, con Carrió como usina de una supuesta ética republicana. Que al tiempo que arma y desarma aliados, y es lo mismo el retrógrado Lopez Murphy que el socialista Giustiniani, siempre aclara su compromiso con la continuidad de este esquema saqueador y dependiente para nuestro país. Y ni hablar de las fórmulas ultraoligárquicas, con López Murphy y toda la banda de Macri, aunque reconocemos que éstos, al menos, son menos hipócritas en su planteo de un programa netamente antipopular. Y quedan, claro, Alberto, Sobisch y secuaces, que vienen a purificar al PJ del travestismo sufrido por los auges “progresistas” del Frente para la Victoria. Y mientras unos y otros pagan al mejor asesor de imágenes, o manipulean información a gusto y antojo, en una verdadera guerra de titanes, el pueblo es convidado de piedra. Nada de eso, dice una palabra de la contradicción profunda de nuestra patria, que debe recobrar con urgencia la defensa de su soberanía y enfrentar el saqueo rapaz del que es víctima.
OCTUBRE, GARANTÍA DE CONTINUIDADY mientras el pueblo Argentino se levanta y resiste, se aproxima el acto por excelencia de la democracia institucional. Los índices, que en todos los planos de lo medible son los más desacreditados de la historia, se muestran vigorosos al augurar por ganador al caballo del comisario. O a su mujer, la frívola Cristina. Mientras, lo que se gusta en llamar oposición: no existe, ni en términos reales, ni siquiera en términos de la virtualidad de los medios de comunicación. Al fin y al cabo, oficialistas y opositores, no dejan de ser casi lo mismo con el acuerdo básico de sostener esta democracia colonial expropiadora de la soberanía de las mayorías. Y no faltan aquellos que grafican explícitamente cómo se mezclan sus árboles genealógicos y antes fueron oficialismo y hoy oposición o viceversa. EL PROBLEMA ES DE CONTENIDOY el problema no son las elecciones en sí mismas. Sino la ausencia de pueblo en ellas. Puro marketing. Publicidad hueca que da lo mismo si vende ropa, electrodoméstico o propuesta política. Se para en la irrealidad que otorgan las vidrieras. Y poco importa de qué rezan las promesas, cuando la única certeza es la dura realidad que nos circunda. Y ésa, tan contrastable como la verdadera y dolorosa alza inflacionaria, tan medible, como la miseria que permanentemente insiste en meterse en las casas de millones de argentinos, tan verosímil, como la escalada represiva, es sensible a todo el campo popular y viene pidiendo respuestas que tracen caminos de resistencia, de organización, de pelea y de unidad.Para octubre, no importa qué prometen los candidatos. Menos aún, si las verdaderas promesas, las que sí van a cumplir, son las vertidas en el corazón del imperio para congraciarse con él. Y ahí vimos en el frenético viaje a Estados Unidos, a todo el gabinete nacional, garantizándole al Banco Mundial, al Club de París, y al FMI seguir abultando sus voraces bolsillos, pagándoles deudas externas ilegítimas, fraudulentas y que siguen creciendo vertiginosamente. También fue elocuente el matrimonio presidencial, prometiendo y comprometiendo a nuestro país en la ONU, atacando a Irán en clara obediencia a los pedidos yanquis y las presiones sionistas. Y mientras tanto, afloran promesas de moralidad opositora, con Carrió como usina de una supuesta ética republicana. Que al tiempo que arma y desarma aliados, y es lo mismo el retrógrado Lopez Murphy que el socialista Giustiniani, siempre aclara su compromiso con la continuidad de este esquema saqueador y dependiente para nuestro país. Y ni hablar de las fórmulas ultraoligárquicas, con López Murphy y toda la banda de Macri, aunque reconocemos que éstos, al menos, son menos hipócritas en su planteo de un programa netamente antipopular. Y quedan, claro, Alberto, Sobisch y secuaces, que vienen a purificar al PJ del travestismo sufrido por los auges “progresistas” del Frente para la Victoria. Y mientras unos y otros pagan al mejor asesor de imágenes, o manipulean información a gusto y antojo, en una verdadera guerra de titanes, el pueblo es convidado de piedra. Nada de eso, dice una palabra de la contradicción profunda de nuestra patria, que debe recobrar con urgencia la defensa de su soberanía y enfrentar el saqueo rapaz del que es víctima. LAS OPCIONES QUE SE PRETENDEN FUERA DEL RÉGIMEN NO ALCANZANY más allá de nuestra versión espectacular (de espectáculo, de puesta en escena) de las elecciones, es un hecho que, de seguro, se llevarán torrentes de militancia de esa que puede reconocerse como propia del campo popular. Es infaltable en estas épocas la discusión sobre la pretensión de acumular jugando al juego que invita el régimen. Poco parece contar como argumento que las cartas vienen marcadas y ya está resuelto el triunfo. Y entonces, en el afán de ganar un voto más, ya hay muchos que, por ser candidatos, no se pueden mostrar en la foto cerca de los indeseables.Y habrá quienes, dentro de estas alternativas, propongan programas que contengan alguna de las consignas que marcan la contradicción de la entrega en nuestra patria. Nos parece bueno porque puede delinear una antinomia. Patria o Saqueo es hoy la contradicción principal. Pero no alcanza. Porque al saqueo se lo enfrenta con mucho más que plataformas electorales. Se lo enfrenta, justamente, oponiéndole la patria, los olvidados, los de abajo, los eternos plebeyos no siempre encuadrables en el prolijo slogan de campaña. No hay otra manera de construir poder para el pueblo, que no sea conteniendo al pueblo mismo. ¿O acaso el 17 de octubre estuvo resuelto por los integrados del sistema?. No hay posibilidad de poder, mientras el pueblo, en lo profundo de su concepto, permanezca proscripto. LA ALTERNATIVA: LAS DEMOCRACIAS DE MASASA América la recorren aires de masas desde hace varios años. El faro que alumbraba desde Cuba, se renovó con las experiencias bolivarianas y los procesos de democracias de cambios radicales en distintos países del continente. Ahí fueron, los pueblos de Venezuela, de Bolivia, de Ecuador dando ejemplos de participación y toma de poder a la hora de definir el destino de sus Estados.Nuestro país, quedó lejos de esos ejemplos. Después de los acalorados días de 2001, el régimen ha hecho grandes maniobras por sacar de la calle, por desmovilizar, por desactivar a los torrentes de argentinos que se volcaban a la lucha. Hoy, pasado un lustro de aquellas gestas de resistencia, nuevamente, los ciclos de protesta comienzan a aflorar ante las contradicciones inexorables de este kirchnerismo. La apuesta, para reconstruir la vocación de la política de masas, es buscar que éstas vuelvan a la política. Redescubrir el poder de la práctica e inventar los espacios donde el pueblo se vuelque nuevamente a la acción en la toma de decisiones de la cosa pública. Que a la falta de justicia respondan arrebatos de dignidad. Que a la traición de las dirigencias, se le enfrenten subvertidos líderes rebeldes. Que al acostumbramiento de la mentira, le contesten bocanadas de rebelión sincera. Si otrora este pueblo pudo cansarse y echar 4 presidentes en menos de una semana, es inexplicable por qué hoy, no podría, aún siendo imberbe y desprolijo, asumir la responsabilidad de plantearse el derecho a decidir su futuro. Esa es la tarea. Construir con las masas, en el seno de ellas, las alternativas de un país libre, justo y soberano. Construir el Frente Nacional que contenga a los diversos sectores políticos y sociales que avanzan en este camino. Caminar con grandes acuerdos y construir encuentros cada vez más finos, pero siempre recordando que, no se trata sólo de escribir la receta de cómo hacerlo, sino que debe ser el pueblo quien amase con sus propias manos, aún a riesgo de que la cocción pierda parte de su purismo, la defensa de la patria..

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con SILVINA KLAUZEN www.riojavirtual.com.ar

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