
El miedo anula, paraliza, deprime, acobarda, nos hace decaer, entregarnos, traicionar, llorar amargo. Un tigre ruge en el instante mismo en que ataca para provocar un pánico repentino en su víctima que no podrá moverse por un par de segundos, los suficientes para que el tigre se lo almuerce. La misma trampita psicológica se usa en las artes marciales, cuando el atacante grita tal como se lo ve en las películas porque ese grito paraliza al otro y eso le da ventaja al gritón. El miedo aterroriza y aterra, que no son la misma cosa. Aterroriza porque llena de terror, aterra porque nos deja pegados a la tierra. En cualquier caso, anula.
Víctor Sueiro
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